Técnicas de cerámica

ALBARELOS DE CERÁMICA  ( 02/07/2018 ) Los albarelos de cerámica son muy apreciados, más allá de la lógica querencia, historia y uso de los boticarios. El albarelo tiene una historia dilatada, se encuentran magnificas piezas en la cerámica italiana y española, los orígenes del albarelo se remontan a la cerámica persa, donde ya encontramos albarelos en el siglo XII. Curiosamente llegan a Europa a las zonas de influencia musulmana de Al-Andalus y Sicilia, vía Siria y Egipto, la etimología de la palabra nos sugiere que su procedencia viene de “al-barani” o lo que es lo mismo un vaso de drogas. Eran cerámicas muy populares entre los apotecarios, pero tenían ciertas necesidades funcionales, entre ellas la forma entallada, la boca ancha y una base plana y sobre todo el uso del esmalte. Ya en el núm. 135, pág. 62 veíamos en esta revista un albarelo de Málaga del siglo XIV, dada su gran belleza han aparecido mas albarelos posteriormente donde se seguía por la línea del esmalte blanco de estaño y una decoración de reflejo metálico de dorado y azul, en el siglo XV comienza la etapa dorada de los albarelos, gracias a la producción en Manises, Paterna, Teruel y Talavera de la Reina, entre otras zonas de producción en España, mientras en Italia destacan las producciones de Faenza y Urbino, Francia también contaba con cierta producción de albarelos. Se puede hablar mucho de la belleza de los albarelos de esmalte blanco de fondo y una decoración de azul y reflejo metálico dorado (véase pág. 1, núm. 12 y pág. 14, núm. 106) pero tener un albarelo de esta belleza característica cerca es solo una experiencia epicúrea. En la decoración de ciertos albarelos, la decoración con blanco y azul domina totalmente, tal como podemos ver en la pág. 20, núm. 12 y pág. 14, núm. 119. Al estar esmaltados dentro y fuera del albarelo, se convirtieron en la estrella del botamen que no es otra cosa que el conjunto de recipientes llamados a contener productos de uso farmacéutico. En el siglo XVII la calidad empieza un cierto declive, pero su uso era cotidiano en el siglo XVIII, después su uso comienza a perderse, siendo suplantados por otros recipientes, perdiendo toda su calidad artística, la mirada nostálgica de los farmacéuticos hace que en siglos posteriores los albarelos se conviertan en piezas de coleccionismo y en muchas ocasiones decoran las farmacias, sin que la gente sepa muy bien su tradición histórica. Algunos albarelos tenían tapa o asas. Algunos autores nos pueden añadir información valiosa sobre albarelos, empezando por Luis Marcos Nogales, Julia López Campuzano, Rudolf. E. A. Drey y José Vicente González, entre otros autores y especialistas. Antonio Vivas Fotos, de arriba hacia abajo: "Albarello", Málaga, siglo XIV. Alto, 28 cm. Museo Ariana Bote de farmacia con liebre. Bote de farmacia