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Técnicas de cerámica

HORNOS: ANAGAMAS Y NOBORIGAMAS
 ( 06/04/2020 )


Los hornos anagamas y noborigamas se han hecho muy populares gracias a las aportaciones de la cerámica japonesa de cocciones de leña, de hecho son términos de origen japonés, no obstante estos hornos tiene su origen en China y pasaron por Corea en el siglo V, el diseño ascendente o tiro natural tiene en estos hornos un claro parecido con el horno dragón chino.

Los efectos de la cocción con leña en hornos anagamas y noborigamas es muy evidente en las texturas que se consiguen en las piezas cocidas en estos hornos, basta comparar las esculturas cerámicas de Peter Voulkos cocidas en estos hornos y en hornos más normales para darse cuenta de la diferencia.
El horno dragón chino (pág. 86. núm. 151) es de características similares a los anagamas y noborigamas, es ascendente, lo que produce un tiro natural y esta escalonado interiormente lo que tiene cierto parecido a las bóvedas de los noborigamas.
Estos hornos siempre han tenido un gran protagonismo en los contenidos de esta Revista, empezando por el horno Mashiko de Artigas, que ciertamente era de llama ascendente e invertida, básicamente un noborigama, con claras conexiones con el horno de Shoji Hamada (pág. 19, núm. 9) además tenemos el horno Celadon de Gallifa (pág. 80, núm. 68).
El horno noborigama que conocimos en la reunión de la Academia de Cerámica en Corea representa lo mejor de los hornos noborigamas coreanos con evidentes conexiones con los noborigamas japoneses. En nuestro entorno y después del horno de Artigas encontramos un anagama en la serranía jienense de Fuensanta de Matos en 1996 de la mano de Rafael Navas y ayudado entre otros por Isihara Masayusu y Uichida Loichi (pág. 74. núm. 56). Ya en 2003 encontramos el singular horno anagama-noborigama de José Antonio Sarmiento en San Cibrián de Ardón en León (pág. 26, núm. 87) donde nos dejamos seducir por las brillantes marcas de fuego y ceniza de sus maravillosas piezas resultado de largas cocciones. En Francia, más concretamente en La Borne siempre hemos encontrado anagamas como los de Elizabeth Meunier y Seung-Ho Yang (pág. 12. núm. 40 y pág. 82, núm. 119). Otro anagama famoso fue el anagama Miryoke de Kanamori de Japón que conocimos gracias a Wali Hawes (pág. 78. núm. 79). Ver el noborigama de Torbjorn Kvasbo cociendo en una zona cubierta de nieve, da una idea de la fuerza de la voluntad cerámica (pág. 65. núm. 148). Lógicamente hay hornos catenarios y pequeños anagamas que producen las mismas calidades en la cerámica y aquí contamos con Alvaro Villamañan y Wladimir Vivas, entre otros muchos. Algunos ceramistas destacan poderosamente en estas experiencias como Owen Rye, Yoh Tanimoto, Honma Shunichi, Robin Wilson, Scott Bartolomei y Josef Wieser.

Antonio Vivas

Fotos, de arriba hacia abajo

Horno Noborigama de Shoji Hamada. Mashiko, Japón.

Horno Noborigama de Corea.

Horno Anagama de Torbjorn Kvasbo.

 

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