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Técnicas de cerámica

HORNOS DE PAPEL EN LA CERÁMICA
 ( 19/02/2018 )


Los hornos de papel son muy populares en festivales, eventos y cursos de cerámica, Chisato Kuroki es quien más ha divulgado las diferentes variantes de los hornos de papel, entre ellos el horno Kamigama y el Mandala de Fuego. Ver cocer un horno de papel es la más pura y espectacular acción del fuego en la cerámica.

El fuego abierto tiene una tradición milenaria en la cerámica, por otro lado, los hornos de papel son un avance contemporáneo en la cerámica, empezando por Yoshida Akira (1948, Oume, Tokio), gran ceramista japonés e impulsor de los hornos de papel, gracias a su libro de hornos titulado “Minigama”, mientras en la década de los años noventa encontramos hornos de papel de Sebastian Blackie ( www.galeriebesson.co.uk ) o Patrick Malcolm Smith. Wali Hawes también fue otro gran innovador en las técnicas de construcción de hornos de papel (www.walihawes.com). Otros ceramistas son también muy destacados en los hornos papel: Jane Gibson y Aline Favre, más en nuestro entorno encontramos los hornos de papel de Adolfo Giner ( http://adolfoginer.wordpress.com ) y José Luis Lasala, en este caso construido en “Domadores de Fuego” en 2008 y El horno de papel construido en Cabana de Bergantiños (A Coruña) por Jesus Castañón y Orlando Moran con el título de “Dolmen de Dombate” en el verano de 2016.
Dicen que el demonio esta en los detalles, empezando por el papel, autentico protagonista de estos hornos, se prefieres un papel brillante tipo couche de revistas, las mejores las de la prensa del corazón, curiosamente los buenos papeles pueden tener caolín o creta en su composición, las hojas de papel se embadurnan bien con una barbotina liquida, que tenga algo de chamota, petalita o talco, teniendo en cuenta el inevitable choque térmico, lo mismo sirve para las pastas de cerámica a usar para las piezas, en la superficie se prefieren piezas con terras sigillatas o piezas bruñidas que reciban bien las inevitables texturas del fuego, también se puede usar cacetas y algún tipo de esmalte, teniendo en cuenta lo anteriormente citado.
En el caso del horno de papel Mandala de Chisato Kuroki (www.chisato-ceramica.blogspot.com) se construye con el papel mojado con barro en dos círculos y su cubre con planchas de fibra cerámica con hasta veintitantos orificios que sirven de tiro al horno, mientras en los hornos de papel del tipo Kamigama se construye como un horno cubico, cubierto con dos placas de refractario o fibra cerámica y algún ladrillo de sujeción. Otro horno muy popular, se construye con anillos de papel mojado en barbotina y enrollados en anillos tipo “donut”, sujetando unos sobre otros con los más grandes en la base y los más pequeños arriba, dando forma de chimenea. Hacen falta por lo menos ocho capas de papel con barbotina, que tenga como mínimo 6 cm, de grosor. Los hornos de papel tipo tipi indio se construyen sobre una parrilla elevada del suelo (pág. 15, núm. 33) o sobre una plataforma de ladrillo refractario, las piezas se colocan o se apiñan según el caso y se cubre todo con troncos de madera de diversos grosores, después se cubre todo con papel embadurnado en barbotina en sucesivas capas, estas técnica tiene similitudes con las cocciones de los indios pueblo en Nuevo México. Lógicamente estos hornos de papel siempre se cuecen en los exteriores y en épocas del año cuando no hay peligro de incendio.
Las cocciones son muy rápidas entre una hora y media y dos, en algunos casos, naturalmente se pueden alargar mas en el tiempo, sobre todo por el gran choque térmico que reciben las piezas de cerámica. Generalmente los pirómetros son aquí solo referenciales y de lectura aproximada, inclusive los conos pirometricos solo dan una lectura parcial, se puede llegar a los 1.200 ºC fácilmente pero conviene mantener una temperatura de cocción razonable. Los inicios de la cocción son problemáticos, se aconseja subir muy lentamente al principio, siguiendo las técnicas de la cocción de rakú, algo que no es sencillo cuando se cuece con leña, inclusive, carbón vegetal, gas, serrin, gasoil u otros combustibles. En ocasiones hay que colocar una cámara de combustión o entradas para los quemadores, la chimenea se puede cambiar según se necesite más o menos tiro. En ocasiones se usa la experiencia de las cocciones de bidón o trinchera, añadiendo sales de óxidos, como nitratos, fosfatos o sulfatos, así como metiendo leña, serrin o viruta entre las piezas. Si el horno tiene un cierto tamaño, sobre todo vertical se puede reforzar con malla metálica, el suelo suele ser de ladrillo refractario o cualquier otro material que actúe de la misma manera. Los hornos de papel requieren un gran nivel de experimentación, cuando los resultados suelen ser impredecibles.
Para saber más sobre los hornos de papel en la cerámica véase Revista Cerámica, Aline Favre, pág. 15, núm. 33; Adolfo Giner, pág. 52, núm. 110; Chisato Kuroki, pág. 20, núm. 118 y pág. 39, núm. 134.

Antonio Vivas

Fotos, de arriba hacia abajo:

Chisato Kuroki. Horno de papel "Mandala".

Adolfo Giner y José Luis Lasana. Horno de papel. Domadores de fuego, Muel 2008.

Jesús Castañón y Orlando Morán. Horno de papel, Dolmen de Dombate en Cabana de Bergantiños, A Coruña, 2016.

 

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