Cerámica y ceramistas

MADOLA  ( 01/03/2021 ) La exposición de Madola en el Museu Enric Monjo se titula “Mar de Silencio” dada la importancia de su obra cerámica en general habría que hablar, usando un oxímoron, del clamor del silencio, solo en estas páginas su cerámica ha aparecido 34 veces, básicamente una ceramista en particular y artista en general incansable, donde la cerámica es tierra, agua, aire y fuego y añadiendo su considerable pasión (www.madola.com). Madola (Barcelona, 1944) en la exposición “Mar de Silencio” encontramos sus reflexiones de lo más humano “En el mar hay grandes profundidades, la luz desde arriba no penetra a través de las capas del agua, la presión, la oscuridad y el silencio son extremas, esto intento explicar con el color y las formas de estas obras, aventura del espíritu, fragmentos de pensamientos en un viaje mental sin respuesta”. Homero antes que Madola nos deslumbraba con la magia y el misterio del mar, gracias a Odiseo o Ulises camino de Ítaca, un viaje más bien largo, pero Kavafis en su poesía suguiere “Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias” y añade “Ten Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Más no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya en la isla”. Ya en 1979, la primera vez que apareció en estas páginas ofreció una filosofía y una pasión por la cerámica que no ha decaído lo más mínimo, nunca ha apresurado el viaje más bien se ha enriquecido de infinitas experiencias, desarrollando un lenguaje artístico muy poderoso, tal como demuestra la última exposición de Vilassar de Mar. Dice que muchas veces trabaja como un músico, en forma de variaciones, hago una serie de obras que solo se diferencian entre sí por la forma, resultante de leves movimientos que desplazan, amontonan o aplastan los materiales, al leer esto nos acordamos de Bach y sus variaciones Goldberg tocadas por Glenn Gould. Madola es una artista multidisciplinar y esto es evidente en las últimas exposiciones, en Vilassar de Mar donde su pintura era muy poderosa, expresiones en contraste y riqueza cromática, aunque sobria. Los rasgos de la escultura, aunque predominantemente cerámica utiliza con soltura coberturas metálicas o ataduras con alambre metálico, cuando recubre con láminas de plomo algunas piezas consiguen un brillante contraste. Las esculturas cerámicas son de una rotundidad pasmosa, tierras agrestes, debidamente contrastadas con líneas azules, cuadrados superficiales en composiciones sorprendentes, texturas de sobrio cromatismo, rotundidad como las esculturas que salen en los catálogos no impiden que soñemos como las piezas se van a elevar, o que las encontremos en el fondo del mar, según las ensoñaciones o querencias de Madola. Cada vez que las facultades de los artistas están en su plenitud deben expresarse con arte, en el caso de María Ángels Domingo Laplana, seudónimo de Madola, es un arte sublime. Antonio Vivas Fotos, esculturas de Madola