Cerámica y ceramistas

FERNANDO ARRANZ: ENTRE ESPAÑA Y ARGENTINA  ( 11/11/2017 ) Fernando Arranz López nació en 1897 en el número 4 de la Costanilla de los Ángeles de Madrid y murió en Buenos Aires en 1967, en 1927 pudo viajar a América Latina con una beca, abrió un taller de cerámica en la capital argentina en 1929, en América pasó las cuatro últimas décadas de su vida y en España las tres primeras, básicamente de formación, donde sentó las bases de su exitosa trayectoria cerámica. Su familia se trasladó a Segovia para hacerse cargo de la cantina de la estación de ferrocarril, con 14 años entró como aprendiz en el taller que Daniel Zuloaga tenía en San Juan de los Caballeros, donde aprendió con una autentica leyenda de la cerámica española y permaneció con Zuloaga hasta 1919. En su obra cerámica posterior se encuentran unas señas de identidad cerámicas muy propias junto a posibles influencias de Zuloaga, entre otros. Viajó en búsqueda de una alfarería histórica, que permanecía activa en su tiempo, con especial intensidad en los alfares de Talavera y Manises, después se instala en una casa de la carretera de San Rafael para después montar un taller en un terreno que en su momento ocupo una iglesia románica, cerca de la Casa del Sol y el Alcázar de Segovia. Esta ciudad castellana tenía por aquel entonces tertulias y reuniones de los intelectuales y artistas de la época, empezando por Emiliano Barral, Antonio Machado, Blas Zambrano, Manuel Cardenal y el padre Villalba. En 1927 cuando fue nombrado profesor de la Universidad Popular Segoviana, su vida dio un vuelco sorprendente, cuando fue becado por la II Republica Española y viajo a América donde expuso en Rio de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires, donde fijó su residencia, para después abrir taller en la capital en 1929, aplazó su regreso a España, cuando se le preguntaba como no había regresado a España, decía con sorna que no le habían mandado el pasaje de vuelta, de cualquier forma entonces se vivía mejor en Argentina que en España y además su país natal se acercaba a una de las guerras civiles más crueles de la historia. Injustamente Fernando Arranz es más conocido en Argentina que en España, a pesar que se ha hecho todo lo posible por cambiar esta injusticia, Isaac Diaz Pardo de la mano de Ediciones del Castro publicó un pequeño libro apaisado con el título “El ceramista Arranz y su escuela”, esta publicación vio la luz en 1964, posteriormente esta revista publico un artículo sobre la cerámica argentina en 1989 donde lógicamente se hablaba de Arranz y aparecía una cerámica suya (pág. 40, núm. 34). En 2009 se celebró una exposición en España como una exposición de homenaje. En Argentina encontró su lugar y supo provocar un enorme interés en su obra y sus enseñanzas, en 1932 expone en Rosario un año después en la Córdoba argentina, en 1935 expone en Rio de Janeiro. Comenzó a realizar obras de cerámica de cierto calado en fuentes públicas de la capital y los bancos del zoológico de Córdoba. En 1933 después de exponer en Córdoba, el Gobernador de esta provincia le encarga la creación de una Escuela de Ceramica, pero en 1939 crea la Escuela Nacional de Ceramica en Buenos Aires a la que consagra buena parte de su vida profesional. Más tarde, concretamente en 1941 crea la Escuela de Cerámica de Mendoza, después crea otras escuelas o departamentos de cerámica en ciudades como Tucumán, Mar de Plata, Jujuy y Chilecito de la Rioja. Tuvo alumnos muy destacados empezando por Elena Colmeiro, Tobe Johanssen, quien donó mucha de su obra cerámica al museo de la ciudad de Segovia, Antonio Madero, Teodolina García Cabo, Alicia Sagardia, y Lucio Fontan, entre otros muchos. La obra de cerámica de Arranz fue sin duda pionera, en unas décadas donde ceramistas como Artigas situaban la vanguardia en la influencia de la Expo de Paris. Generalmente trabajaba mayoritariamente con mayólica, dada la rica paleta de color necesaria para la obra de Arranz de carácter neorrealista, gracias al protagonismo de un rico cromatismo y un encuadramiento lineal muy fuerte. Arranz merece todo nuestro reconocimiento. Antonio Vivas Fotos, de arriba hacia abajo: Pieza de cerámica de Fernando Arranz. Pieza de cerámica de Fernando Arranz. "Naturaleza muerta", 68 x 70 cm.