Cerámica y ceramistas

TXARO MARAÑON  ( 16/10/2017 ) La cerámica artística es sobre todo un estado del alma, algo evidente en la fecunda trayectoria de Txaro Marañon, destacando de este periodo las cerámicas producidas entre 1990 y 2017 por esta brillante ceramista y escultora vasca. Sus series de cerámica son el resultado de una sensibilidad a flor de piel, donde la denuncia es un grito de atención por todo lo que nos ocurre hoy en día. Txaro Marañon trabaja incansablemente sobre temas que nos preocupan a todos, pero son pocos los que hacen las denuncias pertinentes, solo los más valientes. Prueba de ello fueron sus primeras series, especialmente “Columnas”, “Exploraciones” o “Huecos” con el lenguaje cerámico como principal elemento expresivo y compositivo, pero su voluntad de ir más allá, le lleva a provocar un dialogo entre distintos materiales y distintas expresiones, de la mano del aluminio, el hierro, el plástico e inclusive el sonido, dentro de una riqueza plástica singular. “La mitad del cielo” obra de Txaro Marañon ganadora del Premio L’Alcalaten y publicada en esta Revista en 1998, pág. 24, núm. 63, hace que veamos que ya se ha ganado la otra mitad del cielo, gracias unos arcos que protegen la entrada o por el contrario permiten entrar, puede que al paraíso. En CERCO 2004 vimos una esplendida instalación, donde los globos de barro parecían volar y todo lo demás mantenía los píes en la tierra (pág. 86, núm. 92) ya en CERCO 2013 su obra cerámica se entroniza en su expresión compositiva más actual (pág. 9, núm. 129) también mostró este cuerpo de obra junto al Colectivo vasco EKG en Navarra (pág. 21, núm. 124). Anteriormente participó en el Curso Internacional de Pontevedra junto a Bai Ming y deslumbró con sus instalaciones (pág. 78, núm. 126). Marañon no duda de usar otras experiencias u otros materiales para alcanzar su objetivo que no es otro que seguir con la incorporación de la cerámica y la escultura a la corriente principal del arte, inclusive de la vanguardia del arte. Algunas obras como “Simbionte” reflejan la fuerza de materiales de diferentes características, ya sean de elementos transparentes o matericos (cerámica), en “La piel escucha” tenemos los sentimientos a flor de piel, nunca mejor dicho. “Saco Nuclear” provoca nuestra acomodada postura pequeño burguesa en relación a la naturaleza. En la series de obras con el título “Extendiéndose” y “Recogiéndose” se hace evidente que nada en la vida esta inmóvil, por tanto es mejor seguir los consejos del poeta Kavafis y disfrutar del camino hacia Ítaca, recordando que todo “Surge de un oscuro punto” o así reza en el título de una sus obras más punzantes. Una vez más los títulos reflejan las inquietudes de Txaro Marañon, por un lado “Mar muy azul” y por otro “La isla de plástico”. Junto al colectivo EKG hemos visto su obra por las mejores plazas, sobre todo en la feria CERCO de Zaragoza, ahora esperamos pacientemente sus nuevas obras cerámicas. Antonio Vivas Fotos, de arriba hacia abajo: Sinbiontea.Gres y plástico recuperado. 22 x 53 x 8 cm Larrua adi dag (La piel escucha). Gres y plástico recuperado. 22 x 18 x 16 cm. Zaku Nuklearra (Saco Nuclear). Alto 42 cm. X ancho 25 cm. X fondo 18 cm. Gres.